Margarita López Maya

Margarita López Maya

Political Science; Universidad Central de Venezuela/CENDES, Venezuela

Statement

Ha sido un honor para mí haber sido nominada a esta posición de candidata a vicepresidenta de LASA y próxima presidenta electa. Pertenezco a la institución ininterrumpidamente desde 1992, he asistido a casi todos los Congresos desde entonces y he sido parte de algunas secciones, particularmente la de Estudios Venezolanistas (SVS). He presidido esta sección en años recientes (2012-2014), tratando de mantener su continuidad en medio de las dificultades confrontadas por la comunidad de investigadores residenciados en Venezuela.

Conozco cómo han evolucionado las temáticas de investigación académica en Ciencias Sociales de América Latina, pero también en EEUU y Europa, pues he viajado incansablemente a distintas universidades, intercambiando con colegas de diversas disciplinas el estado del arte de las problemáticas sociohistóricas, y sociopolíticas contemporáneas. Como historiadora, tengo importantes lazos no sólo con las disciplinas de Sociología y Ciencias Políticas sino también con otros temas afines como psicología social, antropología, geografía, e incluso con las humanidades, en particular con literatura y estudios culturales.

Como mujer y como latinoamericana, como académica formada en una universidad pública de la región, como investigadora procedente de un país fuertemente afectado por los procesos de globalización y por la pandemia en curso, me interesa que LASA pueda seguir enfatizando temas de pobreza, nuevas exclusiones, la problemática en torno a migraciones, el cambio climático, los procesos electorales y la democratización de los medios de comunicación, las estrategias para el empoderamiento ciudadano, nuevas formas de la política, y transformaciones identitarias. Debemos impulsar tópicos que sean capaces de aportar en el fortalecimiento de las tendencias para la paz y la vida en nuestra parte del mundo, que se proyecten y contribuyan en un mundo convulsionado por las transformaciones socioeconómicas, culturales y políticas en curso.

En los años recientes he visto que las grandes plataformas de articulación de la comunidad académica de investigación de América Latina, entre las cuales LASA resulta la más importante, tienen necesidad de mantenerse especialmente atentas y flexibles para responder con rapidez a las necesidades cambiantes y urgentes de nuestra región. Esta flexibilidad es necesaria para que la producción de conocimiento académica de nuestros latinoamericanistas se posicione como imprescindible entre actores y en espacios donde se dan procesos de diseño e implementación de políticas públicas, de organización y movilización ciudadana, y donde ocurren decisiones que afectan la vida de nuestras sociedades.

Pienso que la conexión de las estructuras ejecutivas de LASA con los miembros de la asociación, y particularmente con las Secciones debiera ser más fluida, numerosa y continua. Hace falta incentivar una mayor y cualitativamente mejor comunicación desde abajo y desde arriba, que haga sentir a nuestra membresía que, más allá de los Congresos, también LASA ofrece muchas oportunidades para construir redes de conocimiento, apoyos académicos y solidaridades con colegas afines. Si llego a esta posición tengo interés en revisar, con los colegas del Consejo Ejecutivo, opciones que hicieran esto posible.

Tampoco se me escapa que, en los tiempos actuales, los centros académicos y por ende nuestros miembros se están viendo seriamente afectados por los desajustes económicos y demás incertidumbres que la COVID-19 ha traído a las sociedades donde habitamos. A las permanentes debilidades de nuestros países se añaden ahora nuevas fragilidades, que estamos comenzando a identificar. La pandemia está por alterar todos los órdenes de la vida social en el continente en los próximos años. Este asunto deberá ser exhaustivamente revisado por la directiva de LASA pues parece de toda urgencia diseñar estrategias sólidas que permitan a la institución sobrevivir al embate que sin duda va a traer la crisis en sus finanzas, como resultado de las reducciones presupuestarias de las universidades y de los estados nacionales en políticas públicas de educación y producción de conocimientos. Las redes de apoyo deben multiplicarse para asegurar la continuidad de condiciones de investigación para nuestros académicos localizados en los países de mayor precariedad, ofreciendo incentivos al uso generalizado de tecnologías innovadoras que permitan fluidez en nuestros vasos comunicantes. Nuestras pesquisas y análisis son vitales para que Latinoamérica pueda sortear las tormentas que ya se están desplegando sobre el continente.