Enrique Desmond Arias
Declaración
La Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA) ha desempeñado un papel fundamental en mi carrera y crecimiento profesional. Como académico interdisciplinario, la asociación ha sido un espacio clave para desarrollar ideas, dialogar y forjar vínculos que han apoyado y avanzado mi investigación, así como la de mis estudiantes y colaboradores. Estos vínculos han sido particularmente importantes para mí como académico que ha participado en investigaciones comunitarias en numerosos países de la región, incluyendo Brasil, Colombia, Jamaica, Venezuela, Perú y México. En un momento de desafíos regionales para la democracia y la gobernanza civil, LASA, con su trayectoria en la lucha contra las amenazas a la democracia y la libertad académica, desempeñará un papel fundamental para garantizar un debate abierto y reflexivo sobre los problemas que enfrentan la región y el mundo. Me interesa unirme al consejo ejecutivo para apoyar los esfuerzos de LASA por mantener el diálogo y generar conocimiento en estos tiempos difíciles.
Asistí a mi primera LASA en Guadalajara en 1997 como estudiante de posgrado y he sido miembro activo de la asociación desde entonces. Fui co-coordinador de la sección de Brasil durante dos mandatos. He sido coordinador de track en dos ocasiones, primero en la conferencia de 2016 y luego en la de 2020. En los últimos dos años, he participado en los comités del Premio Guillermo O'Donnell y del Premio de Libro Bryce Wood.
En 2024, tuve el honor de ser co-coordinador del programa del Congreso de LASA en Bogotá, junto con la entonces presidenta Jo-Marie Burt y Makena Ulfe. Nuestra visión para esa reunión fue central para promover el debate colaborativo y abierto, trabajar con académicos locales y ofrecer espacios en nuestros mesas plenarias para el diálogo entre académicos, activistas, artistas y líderes sociales. La presencia del congreso en Bogotá, una ciudad de fácil acceso en la región promovió la asistencia de numerosos participantes, incluyendo estudiantes y activistas de Latinoamérica. Estos esfuerzos se vieron impulsados por una sólida colaboración con la Pontificia Universidad Javeriana, sede de la conferencia, la cual propició nuestra interacción con la amplia comunidad de académicos y profesionales en Colombia, contribuyendo a conversaciones profundas y dinámicas sobre diversos temas, incluyendo las luchas por la paz y la justicia en ese país. Como miembro del consejo ejecutivo, me propongo continuar los esfuerzos para que la asociación y sus reuniones sean accesibles a los miembros, en particular a los residentes de América Latina y el Caribe, estudiantes y personas con presupuestos limitados para viajes.
LASA surgió durante una época de gobiernos autocráticos en gran parte de la región para brindar un espacio donde los académicos pudieran reunirse, dialogar, forjar relaciones y avanzar en el conocimiento. El difícil entorno político actual en Estados Unidos y otros lugares nos obliga a considerar la mejor manera de promover los intereses de la asociación y sus miembros. En un contexto caracterizado por el retroceso democrático en algunos países, las experiencias de la conferencia de Bogotá son importantes para contribuir al desarrollo de la asociación y nuestra comunidad académica.
Hoy en día, LASA desempeña un papel importante en la promoción del debate académico y el apoyo a los académicos. En este contexto, es esencial brindar espacios abiertos para el diálogo académico y la investigación en un momento en que las universidades enfrentan recortes presupuestarios y algunos gobiernos imponen requisitos onerosos e incertidumbres a los visitantes.
Nuestra conferencia anual debe ser lo más accesible posible para el mayor número de participantes. Esto implica celebrar conferencias en países abiertos y democráticos. Implica seguir rotando las reuniones entre diferentes lugares para garantizar oportunidades de participación entre las diversas comunidades de académicos, estudiantes, activistas y profesionales que participan en la asociación. La asociación puede utilizar tecnologías de reuniones híbridas para facilitar la participación de un mayor número de participantes. También podemos invertir en nuevas iniciativas, como la recientemente aprobada del Congreso Regional de LASA, que apoya la realización de conferencias adicionales en diferentes partes de las Américas para brindar a un mayor número de académicos, estudiantes y otros interesados acceso a los diálogos y oportunidades de networking que promueve la asociación.
Al igual que en Bogotá, debemos colaborar con las universidades locales en la organización de nuestras reuniones. Estas colaboraciones brindan a los líderes de la conferencia y a los participantes apoyo adicional a nivel local y también fortalecen el ámbito académico en los lugares donde nos reunimos. Por último, debemos seguir desarrollando nuestras experiencias en la promoción del diálogo entre académicos y profesionales, lo cual no solo enriquece nuestras reuniones, sino que también conecta a la asociación más estrechamente con corrientes sociales y políticas más amplias en y sobre América Latina. Estas acciones fortalecen tanto a nuestra comunidad de académicos como a los grupos de profesionales.